Este sacramento une el sufrimiento del enfermo con el de Jesús y trae el perdón de los pecados. El aceite, símbolo de fuerza, es el signo de este sacramento. Una persona es ungida con aceite y recibe la imposición de manos de un sacerdote. Si usted o alguien de su familia está enfermo, se está preparando para una cirugía o está hospitalizado y desea recibir este Sacramento de enfermedad, llame a nuestra Oficina Parroquial al 570-823-3376.



Jesús tuvo una profunda compasión por los que estaban enfermos y la Iglesia continúa hoy su misión de sanación: ¿Está alguno enfermo entre vosotros?

Deberán llamar a los élderes de la Iglesia y hacerles orar por ellos, ungiéndolos con aceite en el nombre del Señor. La oración de fe salvará a los enfermos, y el Señor los resucitará; y cualquiera que haya cometido pecados será perdonado. (Santiago 5:14-15) ¿Siempre se produce la curación?

En el Sacramento oramos para que la persona enferma sea sanada en cuerpo, alma y espíritu. El Sacramento ofrece perdón y sanación. Sin embargo, la curación no se limita a la mera curación física. Sólo Dios sabe qué tipo de curación es más necesaria para nosotros: que nuestras ansiedades se alivien, que una herida se sane, que nuestros miedos se conviertan en esperanza, que la soledad se abrace, que la confusión se convierta en perspicacia. El Sacramento también puede ayudar a los enfermos. persona y sus seres queridos entienden y experimentan el sufrimiento de manera diferente.¿Quién puede recibir el Sacramento?

No sólo para aquellos que están al borde de la muerte. Está destinado a cualquier persona que esté sufriendo una enfermedad grave: física, emocional, mental o espiritual. El Sacramento se puede recibir en cualquier momento durante la enfermedad de una persona, especialmente antes de una cirugía o tratamiento. Los sacramentos son para los vivos.

Comuníquese con nuestra Oficina Parroquial si usted o un ser querido necesita recibir este sacramento al 570-823-7736.